Siempre nos dijeron que nadie era perfecto, es verdad, todos cometemos errores y resultamos afectados por los errores que los demás cometen, todos nos confundimos, nos tropezamos y nos volvemos a tropezar. El ser humano no es perfecto, pero ¿qué es la perfección realmente? Supongo que no todo el mundo la vemos de la misma manera. Para mí, por ejemplo, aunque el resto del mundo lo vea horrible, ese diente torcido te queda perfecto. Pero no es a esto a lo que me quería referir, los errores al fin y al cabo tampoco están tan mal, porque a partir de ellos aprendemos a no volverlos a cometer. Lo que a mi me preocupa de las personas y nunca he acabado de comprender es porque somos tan inconformistas, todos y cada uno de nosotros. Nada nos sacia, siempre queremos más, y por eso, a mi juicio, es por lo que nunca somos plenamente felices. Vamos buscando siempre, mas dinero, mas comodidades,… Siempre encontramos algo que no tenemos y que nos apetece tenerlo. Tenemos un presente bueno y queremos tener momentos de un pasado quizá igual de bueno, tenemos pareja y queremos libertad, no la tenemos y echamos de menos tenerla, si te hacen mucho caso, te agobian, si no te lo hacen, pasan de ti, …Pero esto no va a cambiar, somos humanos y seguiremos siendo inconformistas innatos, seguiremos diciendo en verano “q calor” y en invierno “que frío”.
“La felicidad no consiste en tener más sino en desear menos”